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sábado, 30 de junio de 2018

JUBILACIÓN, ¿Derecho u obligación?

Primero os quiero dejar una pequeña reflexión. Personalmente creo que la regulación actual es un contrasentido, cada vez vamos reduciendo más la posibilidad que tienen las empresas de ir sustituyendo a su personal de más edad, no con despidos, sino con herramientas que la legislación ponía a su disposición, y que permitían que esos señores se fueran de forma gradual, sustituidos por otros que pasaban a formar parte de las empresas en condiciones más beneficiosas para el empresario por su menor coste de cotización. 

Sin embargo nuestros legisladores emprendieron un camino contrario, llevados por la precariedad de las cuentas públicas. Al final la idea que impera;

 <<Que las empresas mantengan a la gente cuanto más tiempo mejor y así nosotros asumiremos el pago más tarde>>

Así que primero alargan la edad de jubilación, eliminan la posibilidad de que los convenios impusieran una edad de jubilación obligatoria, ponen más cortapisas a la jubilación parcial, con un incremento de bases de cotización que resulta recaudatorio, no cotizas por lo que el señor que está en la empresa cobra, sino por una base ficticia que le permite a la seguridad social una cotización mayor de la que realmente le correspondería cobrar y la jubilación anticipada te supone una penalización que todo el mundo no puede asumir.

Continuemos con el motivo  de este artículo, ¿me pueden obligar a jubilarme?

El cuento ha cambiado mucho, pero ya os digo desde ahora que si un trabajador no se quiere jubilar puede permanecer en el puesto de trabajo sine die. 

En el año 2012 se elimino de los convenio colectivos las cláusulas que permitían establecer la obligación de jubilarse llegado una edad determinada. Se estableció un periodo transitorio para los convenios que estaban en esos momentos en vigor y se cerro una puerta a las empresas.

Evidentemente no se hizo pensando en los trabajadores que aún en pleno estado para seguir trabajando veían como las empresas los mandaban a cobrar una pensión de jubilación, sino en las maltrechas arcas públicas.

Así que si un señor llega a los 66 años por ejemplo y legalmente podría jubilarse, si a la empresa se le ocurre tramitar la baja por jubilación ESTAMOS ANTE UN DESPIDO IMPROCEDENTE. Sí, increíble pero cierto. Evidentemente siempre que el trabajador demande. A efectos legales el único que puede solicitar el paso a la situación de jubilación es el propio trabajador. Tanto en esta jubilación como en la jubilación parcial, si no quiere no lo puedes obligar.

Llegado a este punto la única posibilidad que tendría la empresa es buscar un despido por causas objetivas por ineptitud sobrevenida, si se dan los requisitos de ésta e indemnizar la trabajador con 20 días por año. 

Como vemos a la empresa no le sale gratis la jubilación digamos forzosa de un trabajador o nos vamos al despido improcedente o un despido objetivo.  

En el borrador del Acuerdo Nacional de Negociación Colectiva alcanzado en junio del 2018  la patronal y los sindicatos han llegado al acuerdo de volver a establecer la posibilidad de fijar por convenio colectivo una edad de jubilación, si se tiene derecho a la pensión completa. Ya veremos en qué termina. 

Un saludo.

JR





sábado, 19 de noviembre de 2016

¿POR QUÉ DE LA ALTA TEMPORALIDAD EN NUESTRO MERCADO LABORAL?

La sentencia del Tribunal Europeo ha provocado un amplio debate en los medios y en la calle  sobre el por qué de la elevada temporalidad de nuestro mercado laboral y si el llamado café para todos se debe generalizar en las indemnizaciones tras la finalización de un contrato temporal. Me llama poderosamente  la atención  que se esté hablando de generalizar  los 20 días por año, cuando  de lo que se trata es de impugnar un fin de contrato, por tratarse realmente de una relación laboral indefinida, diga lo que digan los papeles. En nuestro sistema legal  la indemnización sería de 33 días por año, que es lo que corresponde al despido improcedente y señores míos eso ya está previsto en nuestra legislación laboral.

Nosotros tenemos  una eventualidad estructural, que tiene su causa en los trabajos de temporada, más en un País que vive del sector servicios, donde en verano, Semana Santa y Navidad  se amplia la oferta de trabajo o en las épocas que tenemos labores agrícolas, por ejemplo. Esa no podemos eliminarla, aunque lo paliemos con los llamados fijos discontinuos, figura que no es muy popular entre las empresas. 

Pero para  saber el motivo de nuestra alta temporalidad tenemos que comenzar por ver de dónde venimos. Nuestro legislación laboral es heredera de una legislación muy proteccionista con los trabajadores, legislaciones propias de regímenes autoritarios que para mantener a la clase trabajadora tranquila tratan de blindar sus puestos de trabajo. ¿Cómo lo blindo? La forma más fácil es hacer que a los empresarios les cueste dinero decidir prescindir de un trabajador, así que penalizo su salida con la INDEMNIZACIÓN, cuanto más elevada, más difícil que el empresario se decida al despido, salvo que tenga una causa tan clara que llegado el caso el juez le tenga que dar la razón. 

Sí,  esa es la  razón de la alta temporalidad, la elevada indemnización que hay que darle a un trabajador fijo cuando la empresa ya no quiere o no puede seguir contando con él. Dar salida a un eventual de la empresa supone 12 días por año, lo cual puede ser asumible por una empresa, pero dar salida a un indefinido, son 33 días por año actualmente y cuanto más años lleve en la empresa más alta es la indemnización, ese ya es otro tema. Qué pasa, que las empresas huyen de tener el 100% de su plantilla fija, porque piensan en las dificultades que le puede suponer, en un futuro, ajustarla sin tener que entrar en despidos colectivos o tener que alegar causas objetivas para conseguir rebajar las indemnizaciones. Supuesto  mucho más traumático  y de mayor complejidad. 

No tenemos mejor fotografía de lo que digo que esta crisis, donde  hemos visto claramente la dificultad que han tenido muchas empresas para ajustar sus plantillas y el coste que le ha supuesto a las que han resistido, otras directamente tuvieron que cerrar y mandar a sus trabajadores al FOGASA, si querían cobrar salario e indemnización.

Evidentemente cuanto más grande es una empresa y más disponibilidad de dinero tiene más facilidad para despedir y asumir la indemnización.  Ya supondréis que las empresas que cotizan en la Bolsa, las más grandes, no suelen tener esos problemas,  pero para la mediana y pequeña empresa es algo real.

La solución, aunque no sea la más popular, para reducir los altos indices de eventualidad es la desaparición de la indemnización en caso de despido.  Por qué, pues porque un empresario no despide a un trabajador válido, no despide porque esa mañana se ha levantado y se le ha pasado por la cabeza que le sobra personal, cuando despide es porque tiene un motivo fundado para ello. Mantener las indemnizaciones solo para los despidos por causas discriminatorias o cuando sea el trabajador quien inste  su baja en la empresa por los motivos recogidos en el Estatuto de los Trabajadores.

Sé que lo que digo no es fácilmente digerible, yo soy trabajador por cuenta ajena en estos momentos y evidentemente si mañana la empresa me dice que ya no cuenta conmigo me vendrá muy bien la indemnización por despido improcedente. Pero esa indemnización que hoy podemos cobrar es la que está penalizando la entrada de trabajadores estables en nuestro mercado laboral. Al final el empresario se pregunta "si yo le he pagado a este señor todos los meses por el trabajo que ha realizado, por qué le tengo que indemnizar cuando ya no lo necesito", "quién me indemniza a mí cuando la empresa me va mal, cuándo tengo perdidas", "evidentemente nadie". 

Yo veo dos vías, o eliminamos la indemnización o la rebajamos considerablemente, de lo contrario no conseguiremos que nuestro mercado laboral cambie. ¿Cómo podríamos hacerlo? Una posible solución, aumentar la cotización al FOGASA, a cambio de eliminar o rebajar las indemnizaciones. El trabajador cuando es despedido tendrá por un lado el paro y por otro una indemnización que será el FOGASA quien la pague. 

Ello tendrá que ir acompañado, ya no de incentivos a la contratación, sino de una reducción de las cotizaciones por contingencias comunes, que son muy elevadas. No es normal que para que un trabajador pueda tener un sueldo bruto de 1000 euros a la empresa le suponga un coste de 1.300  y el trabajador vea en su nómina 850 euros una vez descontado el IRPF y su cotización a la Seguridad Social. 

Como se suele decir Doctores tiene la Iglesia y hay gente más docta que yo para analizar este tema, pero quería haceros partícipes de mi opinión. 

Un saludo.

JR

sábado, 23 de enero de 2016

¿CÓMO VOLVER AL MERCADO LABORAL DESPUÉS DE LOS 40 AÑOS?

En el año 2012 escribí un artículo, <<¿Qué hacer cuando estamos en paro?>>, hablando de lo que me habían enseñado que debíamos hacer. Ahora os voy a exponer que he hecho estos años y el resultado final de mi proceso.

El día que pasé a ingresar las estadísticas del INEM, en junio del 2011, después de 9 años trabajando en la misma empresa, me marqué un objetivo, “volver a entrar en el mercado laboral”. Ese objetivo en ese momento con 40 años, en plena efervescencia de la crisis económica ni parecía fácil ni me lo ha resultado.

Al principio, como nos pasa a todos, estaba sorprendido de no tener que hacer nada y aproveché para tomarme las tan merecidas vacaciones, sin móvil, sin correos electrónicos sin más preocupación que disfrutar. Además el hecho de coincidir con el verano me lo hizo más sencillo.

Sin embargo tras los primeros meses, donde estaba convencido de que mí dilatada experiencia en el mundo de los RRHH, mi larga preparación y el haber trabajado en una de las empresas más grandes del sector de los vinos y zumos en nuestro País, me iban a abrir las puertas de multitud de empresas, tuve que bajar a la realidad y ponerme en marcha.

Cómo no preparé mi currículo y evidentemente la primera pregunta es ¿qué haces con él? Al principio, recurres a tus contactos, todas aquellas personas con las que has trabajado en el pasado reciente, para ver si en sus empresa hay alguna necesidad que tú puedas cubrir. Muchas de ellas incluso en algún momento te habían ofrecido contar con ellos caso que decidieras cambiar de aires. Los vas llamando cada cierto tiempo, por no perder el contacto sin resultar pesado. Con el tiempo vas dilatando más esas llamadas, puesto que te vas sintiendo como la visita incomoda que aparece de vez en cuando por casa.


<<¡Si no hay una vacante en su empresa no la van a crear para ti!>>

Al mismo tiempo vas enviando currículos a las empresas más cercanas, por correo o usando el contacto que aparece en su página Web.  Por qué no te pones tu traje y vas con tu currículo a ver si necesitan a alguien. Personalmente las visitas a puerta fría nunca me han gustado y no les tengo mucha fe. Sin embargo  un buen amigo mió se plantó en una consultora sin tener cita con tantas ganas y determinación que tuvo la suerte que estaban buscando una persona de su perfil, de su aptitud y lo cogieron. Por lo tanto no hay motivo para descartarlo.

Tras un tiempo acabas por llegar a la conclusión que fuera de tu círculo más próximo nadie te conoce. NO EXISTES profesionalmente hablando. La pregunta es obvia ¿qué puedes hacer? Señores y señoras, en aquellos momentos  descubrí todo un mundo de herramientas virtuales que  hasta la fecha no había tenido que usar, algunas ni sabía que existían como puede ser  Linkedin, Blogger, etcétera ¿Por qué?

Internet es una ventana al exterior a través de la cual todos podemos hacernos visibles. Es algo que estamos cansados de oír, pero que no todos hemos llevado a la práctica. Sí, hasta la fecha yo, como muchos,  era invisible al mundo exterior, un cero digital. Me había dedicado a trabajar sin preocuparme de estar presente en las redes sociales y profesionales, sin participar de ese mundo virtual, más allá de buscar leyes y jurisprudencia.  

“Eso amigos míos, hoy en día,  es una clara desventaja”

¿Por qué pasar desapercibidos como profesionales?

A partir de ese momento decidí convertirme en mi propio Community Manager, trabajar mi inexistente reputación online fuera de las páginas del BORM, donde apareces como parte del equipo  negociador del convenio colectivo de empresa o firmante de las tablas salariales y venderme al mercado laboral como el  profesional que soy.

Los que me conocéis sabéis que mantengo la afirmación de que “nunca se sabe todo y nunca se sabe suficiente”. Así que además de hacernos visibles debemos trabajar sobre, en la medida de lo posible, nuestra formación, con aquellas competencias que consideremos más débiles o que nos interesen especialmente mejorar. Puede ser un máster en una escuela de negocios que tenga prácticas en empresas (un compañero que se quedó en paro hizo el máster para secundaria y ahora trabaja en un colegio concertado), pueden ser cursos de formación más cortos y cómo no aprender idiomas, una asignatura pendiente de muchos de los de mi generación o matricularnos en la Universidad, yo lo hice en la UNED para ir aumentando mis conocimientos en distintas facetas del derecho (Grado en Derecho). La ventaja de la UNED, para mí, es que no tienes porque matricularte de todos las asignaturas, si no que puedes ir cogiendo según tu disponibilidad para estudiar y desde el inicio de curso sabes que temario entra y las fechas de exámenes para ir planificando. Obviamente tienen muy buenos profesores y catedráticos.

Ya os digo que aquí estamos trabajando pensando en el medio-largo plazo. Así que continuemos exponiendo los 5 pasos que he seguido:

1) Colgamos nuestro currículo en una página de ofertas de empleo, una de las más extendidas es  Infojobs y nos vamos inscribiendo en las ofertas que nos interesen. Por experiencia ya os aviso que aquellas ofertas que estén a más de doscientos kilómetros, incluso menos,  nos van a descartar de primeras. Más teniendo familia y estando en paro. Es triste pero ya os conté en una entrada anterior que en muchas empresa no están valorando realmente el potencial de los candidatos o qué valor les  puedes aportar, sino que anteponen una idea preconcebida  “éste en cuanto encuentre algo cerca de casa se nos va y hemos perdido tiempo y dinero en formarlo” Cuando el planteamiento debería ser ¿qué tengo que hacer para atraer y conservar en mi empresa al candidato ideal?

Apuntarnos en las ofertas, además de darnos la opción de participar, nos sirve para que los consultores, los llamados headhunting nos vayan conociendo, igual para esa oferta en concreto no somos seleccionados, pero como suele decirse algo queda y en un futuro podrían llamarnos para un puesto donde encajemos.

2) Otro de los pasos que debemos dar es participar en las redes profesionales, yo lo hice  en Linkedin, personalmente recomiendo ésta,  por ser un espacio donde hay foros, grupos y otras actividades que nos dan facilidades para hacer contactos, estar al día y mostrar nuestro trabajo.

3) También debemos aprovechar la experiencia que hemos adquirido en nuestros respectivos puestos durante años mostrando lo que sabemos o podemos hacer. Yo decidí escribir un blog, el 01 de agosto del 2012 subí mi primer artículo a Blogger,  sobre temas laborales, artículos que comparto no solo en la Google  directamente sino a través de Facebook y Linkedin.

4) Además podemos acudir a medios especializados, según nuestra profesión, para ofrecerles nuestra colaboración. Yo por ejemplo acudí al Excelentísimo Colegio Oficial de Graduados Sociales de Murcia, que publica una revista <<VENTANA SOCIAL>> donde he tenido el placer de colaborar con diferentes publicaciones. También este año en la revista de la Escuela de Negocios Fundación Universidad Empresa de la Región de Murcia, donde curse varios máster en el pasado, me invitaron a colaborar con ellos y he  publicado un artículo en el mes de noviembre de 2015 en su <<Revista Negocios>> número 19. Artículos que están en la red y nos hacen un poco más visibles.

No perdamos de vista que aunque nuestro objetivo final es volver a encontrar un puesto de trabajo, estar presentes en Internet, mostrar nuestro  trabajo (presencia en redes profesionales, en revistas especializadas, en Blogger, etcétera) nos lleva a cumplir otro objetivo no menos importante y una premisa para poder cumplir el principal, nos mantenemos actualizados. Yo cuando escribo sobre un tema, bien porque me interesa o porque me han hecho una consulta al respecto, hago una labor de investigación al respecto, incluyendo tanto legislación como jurisprudencia. Lograr una exposición lo más clara y concisa de la materia me obliga a entenderlo muy bien a mi primero. Como profesionales no podemos permitirnos el lujo de desconectar de lo que ha sido nuestro sector. De lo contrario corremos el riesgo que las empresas nos vean como personas obsoletas. Para puesto cualificados estar mucho tiempo sin actividad  puede ser un motivo más que suficiente para que nos descarten.

Resumiendo con nuestra visibilidad virtual buscamos cumplir dos objetivos principales; un nuevo empleo y mantenernos actualizados. Para mí forman un binomio inseparable.

5) Personalmente, una vez que hemos finalizado el paro, si no hemos conseguido un trabajo nuevo, creo que es la hora de sumar un paso más; intentarlo por nuestra cuenta. Ver en qué campo del empleo autónomo podemos entrar con nuestras habilidades. Yo decidí montar mi propio despacho profesional y probar. Estos dos años he tenido la oportunidad entre otras cosas  de  ir a juicios como Graduado Social, algo que no había hecho hasta la fecha y que ha sido una experiencia muy  enriquecedora.

Con este paso nos volvemos a meter en el mercado laboral, ya no eres un señor o señora que está en paro y busca trabajo, eres un profesional que puede estar dispuesto a aceptar un puesto de trabajo para mejorar. ¿Por qué no? Nos puede ir bien y ser la salida laboral que necesitamos, ser nuestro propio jefe.

Evidentemente no sugiero que todos nos hagamos autónomos, pero sí que podemos buscar trabajo aunque sea no remunerado, en una Asociación, ONG, cualquier fin social me vale. Donde podamos a la vez que ayudar aumentar nuestros conocimientos y estar activos. También puede ser una opción sentarnos y preparar una oposición, un amigo mío tras dos años estudiando para inspector de trabajo encontró trabajo en un departamento laboral, gracias a su preparación. Sin olvidar que puedan salir plazas y aprobemos.

Debemos tener presente que siempre es más fácil encontrar trabajo cuando estamos trabajando que cuando estamos en paro. Las empresas para determinados puestos buscan personas activas, que se mueven y ver que un candidato lleva mucho tiempo, solo enviando su currículo, es un motivo más para descartarnos. Las empresas buscan la tan renombrada PROACTIVIDAD, que seamos profesionales con iniciativa, capaces de resolver situaciones y problemas. No podemos quedarnos sentados esperando que nos aparezca un empleo.

He de deciros que me propusieron participar en un proceso de selección para un puesto como responsable de RRHH de una Empresa. Tras varías entrevistas, donde nos hemos conocido mutuamente, me voy a incorporar a su equipo humano. 

En estas lineas os he expuesto mi evolución durante estos cuatro años. Que nadie os diga que no se puede hacer, con dedicación, esfuerzo y trabajo, al final se obtienen resultados.

Un saludo.


JR

viernes, 2 de noviembre de 2012

La DACIÓN EN PAGO, parte de la solución, NO LA SOLUCIÓN.



Todos los días estamos viendo en las noticias como se producen desahucios, como familias se quedan en la calle al no poder hacer frente a sus prestamos hipotecarios, ES UN DRAMA SOCIAL, por lo tanto entraría dentro de la órbita de los recursos humanos. Además quiero aportar mi granito, dando mi opinión. Ante esta situación se ha enarbolado la bandera de la dación en pago  y me gustaría analizar lo que supone esta vía.

Primero estableceremos qué es la dación en pago de la que tanto se habla en relación a las hipotecas: cuando no podemos hacer frente al pago de las cuotas de nuestro prestamos hipotecario el banco se queda con el inmueble en compensación  de la deuda que tenemos con ellos. No tenemos piso, no tenemos deuda. Podemos imaginarnos que durante X años  hemos pagado un alquiler.

Si es algo tan simple, toma el piso anula la deuda. ¿Por qué tanto alboroto? En nuestro Código Civil, en el artículo 1.911 dice que, del cumplimiento de las obligaciones responde el deudor con todos su bienes, presentes y futuros. La verdad el artículo es demoledor y suficientemente claro como para añadir nada. Pues bien cuando nosotros nos compramos un inmueble, si no tenemos suficiente dinero, pedimos un préstamos y dicho préstamo está garantizado mediante una hipoteca. Pues bien en la Ley Hipotecaria se establece como regla general la RESPONSABILIDAD ILIMITADA DEL CÓDIGO CIVIL, salvo pacto en contrario. Esto es que respondemos de la deuda contraída con el banco con todo lo que tengamos, como se suele decir estamos hipotecados de por vida.

Con la dación en pago, NOS QUEDAMOS SIN NUESTRO HOGAR, piso o casa. Es el mismo resultado que se consigue con el desahucio, estamos sentados en la vía pública,  la única ventaja que nos aporta la dación es que ya no tenemos la deuda con el banco, que, efectivamente no es poco en estos momentos  Mi pregunta es:

¿Qué hace un cabeza de familia con sus hijos en la calle? Con los desahucios o con la dación en pago estamos condenando a familias a la indigencia, a volver a vivir debajo de un puente. Eso no es la solución en una sociedad moderna, me niego a aceptar eso, estamos causando una fractura social de difícil solución. No podemos volver a los tiempos del Crac de la bolsa de Nueva York donde las familias enteras vivían en la calle y la gente saltaba por las ventanas.  

El Estado, con los impuestos que recaba de todos nosotros, debería asumir temporalmente el pago de las hipotecas de las familias que, al quedarse en paro, no pueden hacer frente a esos pagos, siempre y cuando sea su domicilio habitual. Señores cuando un familia deja de pagar la hipoteca no es porque no quiere pagar, es que lo poco que tiene lo necesita para sobrevivir, muchos en nuestros días, están en verdaderas economías de subsistencia por no decir de guerra.  En ese momento se firma un contrato entre el particular y la Administración para que, en cuando encuentren trabajo, se haga de nuevo cargo de sus cuotas y reintegre al Estado lo anticipado, sin cobrarles intereses, en plazos, en función de sus ingresos. Eso si es una solución, la dación en pago sigue desestructurando la sociedad al dejar a familias sin un hogar.

Es verdad, que en el Real Decreto Ley de 6/2012 de 9 de marzo, de medidas urgentes de protección de deudores hipotecarios sin recursos,  de manera supletoria junto a la dación en pago  prevé la posibilidad que se solicite quedarse como inquilino en el piso por un plazo de dos años prorrogables, pagando un alquiler. Pero si no tienes dinero para comer, ¿de dónde lo sacas para pagar el alquiler?  No olvidemos que todo se fundamenta en un Código de buenas conductas, al cual pueden adherirse voluntariamente los bancos. Creo que el Real Decreto Ley está plagado de buenas intenciones, pero al Gobierno le ha faltado la valentía de afrontar con más amplitud de miras este drama social.

Nos estamos endeudando todos para que los bancos puedan salir a flote, ¿Por qué no para salvar a las familias de la calle?

No quiero hacer demagogia con este artículo, diciendo que los bancos son los culpables de todo lo que nos pasa, así que se queden con los pisos y asuman las pérdidas. Eso crearía una gran inseguridad jurídica y tampoco sería bueno para nuestro sistema, que hasta ahora había funcionado razonablemente bien. Tenemos una culpa compartida entre los bancos, la Administración y los particulares, en algunos casos. Los bancos han dado préstamos, en muchas ocasiones, temerarios, cualquiera con la diligencia de un buen  cabeza de familia  no lo habría concedido, además las cantidades que daban eran en muchas ocasiones desorbitadas en relación con el bien inmueble, por lo tanto son responsables. Por parte del Estado, ahí meto al Banco de España que ha hecho dejación de funciones, son responsables. Y los particulares, en ocasiones, nos hemos metido en préstamos que era imposible digerir y lo peor hemos dado nuestro consentimiento, al firmar el préstamo, responsables también.

El que hoy en día pueda ir al banco a comprarse un piso, que pida que incluya en la redacción de su préstamo hipotecario la dación en pago como forma de resolver el préstamo y así romper con la responsabilidad personal ilimitada, en caso de no poder hacer frente a los pagos. Si nos negamos todos a firmarlo sin esa cláusula, al final tendrán que ceder o no venderán pisos. Evidentemente eso supondrá que el banco, si acepta, tasará el piso en su valor y nos dará un porcentaje de él, inferior a lo que hemos estado acostumbrados.

Ya que firmamos un nuevo préstamo no nos olvidemos de que las cláusulas suelo, esto es las cláusulas que evitan que el tipo de interés de nuestro préstamo baje de un porcentaje, son nulas en algunos casos. Esto es, el Banco tiene que haber cumplido unos requisitos previos, de información, con nosotros para que esa cláusula sea válida. Si en el momento de firmar exigimos al banco que las quite, evitaremos luego tener que ponerles una demanda.

En resumen, el Estado debe hacerse cargo, temporalmente, de las cuotas de los préstamos de aquellas familias que no puedan hacer frente a los pagos, al estar en paro,  sólo de los domicilios habituales. Se trata de salvar a las familias de terminar en la calle y no de lograr mantener las segundas residencias. Luego plan de pago en función de ingresos.  Así salvamos a las familias y mantenemos la seguridad jurídica. Establecimiento de la  dación en pago obligatoria para las hipotecas futuras o para, las actuales,  que sean claramente temerarias. En este último caso, ya encontramos alguna sentencia que apunta por ahí.


Un saludo.

miércoles, 1 de agosto de 2012

¿QUÉ HACER CUANDO ESTAMOS EN PARO?

¡ESTAMOS EN PARO!  Me gustaría ayudar, como profesional de RRHH,  a las personas que se encuentran actualmente en situación de desempleo. Vamos en primer lugar a fijar una serie de pautas una vez que ya estamos en paro, en futuras entregas hablaremos de como hemos llegado hasta aquí. 

Partimos de la base de que  hemos pedido cita previa en el SEPES (lo que antes era el INEM)"NO OLVIDEMOS QUE TENEMOS 15 DÍAS PARA PEDIRLA", una vez solicitada no nos corren los plazos. No sea que agravemos nuestra situación aún más. Hemos cumplimentado la solicitud y oficialmente ¡Ya somos parados! 

Lo primero que quiero es que tengamos una imagen en la cabeza. Esto que os cuento es algo real, le pasó a un muy querido amigo mío y tal como me lo contó os lo transmito. De qué debemos huir, quiero que visualicéis la siguiente  imagen, un señor sin afeitar varios días, sentado en su sofá con el pijama puesto, frente al televisor y la bolsa de patatas fritas sobre su regazo, compadeciéndose así mismo. ¿Tenéis esa imagen en la cabeza? Escalofriante, ¡VERDAD! Nuestro objetivo además de encontrar trabajo lo antes posible es parecernos lo menos posible a esa IMAGEN. Es verdad que los primeros días podemos darnos una tregua, para asimilar la nueva situación, pero  lo antes posible nos tenemos que poner manos a la obra.  

Un despido, además de provocar la merma de ingresos, que lo provoca, supone la ruptura con unos hábitos de comportamiento. Tenemos que estructurar nuestro tiempo, de forma que nos mantengamos ocupados todo el día. 

Antes de nada, os quiero hablar del "periodo de duelo". Cuando nos despiden, más cuando nosotros pensamos que es algo injusto, hay un periodo de tiempo, más o menos largo, según personas y carácter, durante el cual estamos abatidos, con pensamientos contradictorios, intentando saber por qué nos han echado, qué hemos hecho mal o echándole la culpa a los demás. ¡Eso no nos lleva a ninguna parte! Tenemos que abandonar esos pensamientos negativos cuanto antes y centrarnos en lo importante, RECUPERARNOS y CONTINUAR CON NUESTRA VIDA. 


Un profesor mío del Máster de Dirección de RRHH decía que cuando en un departamento de recursos humanos se despedía a un trabajador, sabedores de la situación psicológica en la cual se queda el antiguo empleado, se debía llevar un seguimiento de él y por qué no llamarlo y ver como se encuentra.


<<Ahí os dejo esa preciosa idea, aunque me temo que no se suele llevar a la práctica>>. 

Hay empresas, sobre todo cuando hablamos de Directivos, que contratan un servicio externo que les ayuda a la búsqueda de un nuevo empleo, lo que se denomina outplacement. Ellos estudian tu perfil, ven que habilidades y competencias debes mejorar y te ayudan a buscar ofertas de empleo. Suele ser parte del acuerdo de extinción del contrato. Yo sólo lo he usado para altos cargos, pero supongo que puede ser útil para cualquier perfil. Evidentemente si tienes dinero para pagarlo, puedes contratarlos por tu cuenta y recibir ese servicio. 

Vamos por pasos:

Lo primero que haremos, si no lo tenemos ya, es buscar en nuestra casa o piso un rincón donde montar nuestro centro de operaciones, necesitamos un despacho, grande o pequeño, con una mesa y un ordenador con conexión a la RED. Así que nos conectamos, intentamos darnos de alta en un portal de empleo y nos encontramos con el primer problema, EL CURRÍCULO.

Lo segundo que tenemos que hacer, es crear,  actualizar o rehacer nuestro viejo currículo, sorprendido de vernos por ahí. Rápidamente os cuento el contenido mínimo, poner vuestro nombre, dirección, teléfono, seguimos con la experiencia, la formación académica y los logros profesionales. Queda muy bien que hagáis al principio un pequeño descripción de vuestro perfil profesional, que os servirá además como carta de presentación. Otro problema que se nos plantea es la foto, tanto hombres como mujeres debéis dar una imagen formal. Os recomiendo  ir al fotógrafo, normalmente las fotos caseras no quedan bien y dan sensación de dejadez. 

Tercero comenzamos la búsqueda activa de empleo:

1) Nos damos de alta en el portal de empleo y nos apuntamos en las ofertas que encontramos y nos sean interesantes. En la Red hay muchas empresas que se dedican a los RRHH, habréis oído la palabra headhunting, literalmente "cazadores de cabezas" enviarles vuestro currículo por si tienen algún proceso de selección en marcha, o tuvieran alguno en un futuro que pudiera corresponder con vuestro perfil. Cada cierto tiempo, cada tres meses, repetir la operación.

Una advertencia, cuando en una oferta de empleo ponga <<solo provincia puesto vacante>> o similar, no tengáis muchas esperanzas de que os contesten afirmativamente. La mayoría de los casos será una perdida de tiempo enviar el currículo, puesto que en pocos días veréis que viene rechazado. ¿Por qué? Al estar en paro y solicitar un puesto de trabajo que está lejos de vuestra casa, lo hacéis por necesidad. Así que las empresas piensan que en un futuro, si os sale un puesto cerca de vuestro domicilio, os iréis. Con lo cual habrán perdido el tiempo en formaros. Además es una forma de disminuir el número de candidatos.  Distinto es cuando estáis trabajando y de lo que se trata es de ir a una empresa donde se os pague más.


2) Redes sociales, como LinkedIn y otras similares, donde se inscriben muchos profesionales, con y sin empleo, para darse a conocer en su sector. Además de poder dejar plasmado tu currículo, puedes hacer contactos con otros profesionales y participar en debates que te permitirán aportar tus conocimientos y, por qué no, darte a conocer al MUNDO.

3) No me he olvidado de los contactos,  algo que puede ser muy importante en estos primeros momentos es dar a conocer nuestra nueva situación a los profesionales con los que hemos trabajado, a los amigos y demás. En la mediana y pequeña empresa hay muchas posibilidades de entrar antes, por tener alguien que te conozca y presente el currículo, que llamando tú mismo a la puerta. Sin embargo no quiero que centremos nuestras expectativas en esta posibilidad. Un motivo claro, si no hay un proceso de selección abierto en sus empresas tampoco podrán ofrecernos una solución. Así que sutilmente les informamos de que estamos en paro y que agradeceríamos cualquier ayuda.

4) Evidentemente, una vez tengamos hecho nuestro currículo podemos salir a la calle, ir a lo que se llama puerta  fría e intentar que nos reciban en las empresas. Es una posibilidad, que puede dar resultados, pero os aconsejo mucho ánimo. Aun amigo mío le funciono, se fue a una consultora, sin cita, solo con su currículo y se sentó en la sala de espera, ¿casualidades de la vida? Salió de allí con un contrato.

Vale, ya hemos dado un paso importante, estamos buscando empleo. Pero ahí no podemos pararnos, no podemos pasarnos el día solo enviando correos.

La cuarta fase de nuestro nuevo estado es buscar que hacer el resto del tiempo, sobre todo tras los primeros meses sin resultados positivos, es importante que nos mantengamos actualizados. Nuestro mundo globalizado cambia con  rapidez, así que hay que leerse las modificaciones legales, acudir a charlas y pensar en hacer algún curso de actualización. Hay una gran oferta formativa a distancia, incluso podemos matricularnos en la Universidad y hacer algún Grado o Máster. No nos olvidemos del ingles, si no lo tenemos nunca es tarde para comenzar.


Llegara un momento, si no os sale trabajo antes, que el estar en casa estudiando o sentado frente al ordenador se os queda pequeño, necesitaréis salir y estar en otro ambiente. Hay sitios, como las bibliotecas, os animo a descubrirlas como lugares desde donde planificar el día a día,  salas de Internet, entre otros. En caso de contar con recursos, hay empresas que te alquilan un despacho para estar.


La quinta fase y no por este orden, es mantenernos en forma, tenemos que hacer ejercicio, si no todos los días casi todos los días. No solo para que nos vean en buen estado en las futuras entrevistas, si no para que nosotros mismos nos sintamos bien. Así que buscar una hora al día para hacer ejercicio, empecemos poco a poco, no necesitamos que nos de un infarto. Caminar es muy sano y no cuesta dinero, ahora si lo preferimos podemos ir a un gimnasio.



 "Necesitamos mantener la autoestima alta"

Con estas letras no pretendo dar una clase magistral, simplemente orientar a los que están en paro, decirles que no están solos y que los sentimientos de frustración y los bajones, los tiene todo le mundo, pero hay que levantar la cabeza y seguir con el día a día, que como decía mi abuela:



 << No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista >>

La sexta fase y última, evidentemente siempre está abierta la posibilidad del autoempleo. ¿Por qué no? Si habéis estado años haciendo un trabajo para otros, ¿por qué no para vosotros mismos? Pensarlo, se que no es tan fácil, pero si veis que se pasa el tiempo y no os sale nada, puede ser una posibilidad.

 "Lo que nunca, nunca debemos hacer es rendirnos, eso no es una opción aceptable"

Un saludo.

JR